Año nuevo, Özil nuevo. Al menos eso es lo que desea Mou, que el
alemán vuelva a enchufarse y recupere el nivel del la pasada temporada. Y
más tras perder a Di María en el último entrenamiento del año. El
argentino, el jugador más en forma del Madrid, sufre una microrrotura
fibrilar en el recto anterior del muslo derecho y estará unas dos
semanas de baja. O lo que es lo mismo, se perderá cuatro partidos.
Una baja que abre la puerta de la titularidad a Özil. Al alemán se le
presenta una oportunidad de oro para recuperar su sitio en el once. Un
puesto que había perdido antes del parón navideño. Su prolongado bajo
estado de forma y la fulgurante aparición de Callejón provocaron que
Mourinho le dejase en el banquillo ante el Sevilla en el Pizjuán, en el
último compromiso liguero. Luego fue titular ante la Ponferradina, pero
ahí no hizo más que confirmar que no está bien y Callejón se lo volvió a
merendar.
Con Di María fuera de combate durante un tiempo, Mou necesita que
Özil se ponga las pilas y vuelva a ser ese jugador desequilibrante. No
hay tiempo para echar en falta a nadie y el técnico necesita a todos sus
jugadores al máximo nivel. Y más un jugador tan importante como el
internacional alemán. Ante el Málaga es el turno de Özil y Mou espera
que responda. Le toca espabilar.
En condiciones normales, Kaká y Özil serían titulares ante el Málaga,
pero Callejón es ahora titularísimo. Mourinho se ha encargado de
fomentar la competencia en la plantilla blanca y no va a cortar las alas
al canterano. Por mucho que eso le obligue a dejar en el banquillo a
pesos pesados del equipo. Callejón se ha ganado un sitio y es el mejor
ejemplo del mensaje que ha querido transmitir el portugués: juega el que
mejor está, no el que más nombre tiene.
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